¡Bienvenido a la sección de Matemáticas del blog de Vetu! El primer post está dedicado a la rema de la ciencia a la que nos dedicamos en Vetu: la gran señora de la Investigación Operativa.
Y además, comenzamos duro, con la definición de Investigación Operativa (IO): es la aplicación del enfoque científico a la toma de decisiones en el ámbito empresarial.
No te puedes perder este artículo: comenzaremos con un poco de historia, para entender cómo y porqué surgió la IO, y después describiremos problemas que puedan darse en tu empresa, y las técnicas más importantes que se utilizan para resolver estos problemas, porque el objetivo es claro: resolver de la mejor forma posible los problemas que se dan en las empresas.
Historia
El origen de la Investigación Operativa se atribuye a menudo a la segunda guerra mundial, pero en realidad surgió durante la revolución industrial, cuando surgió la especialización en el trabajo. Se pasó de trabajar en talleres especializados como la herrería, donde el herrero solo ponía herraduras, o el horno donde el panadero solo hacía el pan, a fábricas o industrias, donde se realizaban actividades diferentes.
Fue la especialización del trabajo la que dio origen a la Investigación Operativa, porque en las fábricas surgió el problema de asignar los recursos a las diferentes actividades. Algunos libros cuentan que la Investigación Operativa surgió a lo largo de la II Guerra Mundial. Esta guerra supuso un momento crítico donde se disponía de recursos escasos (soldados, aviones, armas, gasolina …), y se querían destruir de la mejor forma posible los recursos del enemigo. Cuentan que se reunió un comité de expertos de los aliados, y durante la guerra se desarrollaron algunas técnicas (algoritmos) que se aplicaron a las operaciones militares. Se desarrollaron técnicas de resolución de problemas en lo que se denominó ‘Investigación de Operaciones Militares’. Una vez terminada la guerra, las técnicas y algoritmos se aplicaron al sector civil, y la denominación perdió la coletilla ‘militares’ y quedó denomina como ‘Investigación de Operaciones’ o ‘Investigación Operativa’.
Una vez terminada la guerra, se siguieron desarrollando continuamente nuevos algoritmos y nuevas técnicas para resolver otros tipos de problemas que iban surgiendo en la industria. Pero a finales del siglo pasado y comienzos del presente siglo, hubo un auge en la aplicación de la Investigación Operativa, debido al aumento de la capacidad de cálculo de los ordenadores. Y es que la mayor parte de los algoritmos que se aplican en la resolución de problemas de Investigación Operativa, son intensivos en cálculo. Por eso la evolución de la Investigación Operativa está estrechamente ligada a la evolución de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones, o dicho con menos palabras, la evolución de la Investigación Operativa va ligada a la evolución de la Informática, tanto desde un punto de vista hardware como software. Por ese motivo, dado que VETU es una plataforma de Investigación Operativa, hemos creado este blog, con posts que pertenecen a tres categorías: ‘Informática’, ‘Matemáticas’, y ‘Problemas de Asignación de Recursos’. Este post pertenece a la categoría de ‘Matemáticas’, donde todo el mundo sabe qué son las matemáticas, pero no todo el mundo sabe qué es la investigación operativa.
Para terminar con la reseña histórica, y ahora que tanto se habla de inteligencia artificial, machine learning y big data, que llevan a procesos intensivos en cálculo, y algoritmos complejos, cabe destacar que nuestra investigación operativa ya estaba ahí, y sigue estando, de hecho se usan técnicas de investigación operativa en esas nuevas disciplinas. En definitiva, querido lector, estamos en el mejor momento para aplicar la Investigación Operativa. Tal vez hoy día, el investigador de operaciones pueda ser un miembro más de la tan de moda y demandada profesión de ‘científico de datos’, o ‘data scientific‘.
La Investigación Operativa
En VETU nos gusta la siguiente definición coloquial: la investigación operativa es la aplicación de las matemáticas para la resolución de problemas reales. Aunque esta no es una definición formal, parece que acerca la investigación operativa a nuestros clientes, y por supuesto, a nuestros lectores.
Una definición más formal es la que podemos encontrar en el grandioso libro de Hillier y Lieberman: la Investigación Operativa es la aplicación del enfoque científico a la toma de decisiones. Esta definición implica que las cuentas no se echan de cualquier manera, sino que se aplican técnicas contratadas por el enfoque científico. Esto significa que la resolución de un problema no supone empezar de cero, sino que nos basaremos en propuestas anteriores que están contrastadas. La Investigación Operativa trata de cuantificar el valor de las decisiones que se toman en los sistemas organizativos. Una fase de desarrollo de un proyecto de Investigación Operativa es construir un modelo matemático que representa la esencia del problema a estudiar. Sobre el modelo matemáticos se pueden aplicar algoritmos que resuelven el problema. Resolver el problema significa encontrar la solución óptima del problema. La Investigación Operativa propone métodos para encontrar la solución óptima e identificarla.
La Investigación Operativa se aplica en los negocios, la industria, la milicia, el gobierno, los hospitales, transporte, logística, fabricación, porque presenta por naturaleza un amplio punto de vista. Tal vez una buena forma de saber qué es la Investigación Operativa es numerar los problemas que puede resolver: planificación de producción, rutas de vehículos, turnos de personal, contenedores en trenes o barcos, asignación de habitaciones de un hotel, asignación de tareas, planificación de proyectos, y muchos más. En definitiva, si se quieren mejorar las operaciones de la empresa, es probable que la Investigación Operativa pueda ayudar.
Siguiente post
No te pierdas el siguiente post de las matemáticas de VETU, donde explicaremos las fases de un estudio o proyecto de investigación operativa, basado en la bibliografía, pero visto desde nuestra experiencia en la implantación de proyectos en clientes reales, que pagan el proyecto y por tanto, exigen resultados.
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¡Hasta pronto!